Una vuelta al cole más ecológica

  • By FG
  • 20/09/2017

Cuidar el medio ambiente es tarea de todos y, en nuestro día a día, nuestras elecciones pueden ayudar a proteger la naturaleza o, justo al contrario, contribuir a su deterioro. Por eso es importante que todos nos planteemos qué podemos hacer por reducir tanto la energía que consumimos como los residuos que generamos, principalmente envases y plástico.
Y el patio del colegio es un buen lugar para empezar. En muchos centros escolares, son cada vez más los maestros y profesores que recomiendan a los alumnos y a sus familias que se despidan de plásticos y de papel de aluminio y que opten por fiambreras prácticas y reutilizables para la hora del almuerzo. Existen muchas formas de tener una vuelta al cole más ecológica y a la vez económica.

Así, llevar a clase galletas, sándwiches, zumos y bizcochos puede convertirse en un ejercicio de sostenibilidad que muestre a los más pequeños la importancia de mimar la naturaleza y limitar los residuos que generamos. Y si las tarteras son metálicas, aún mejor.

Intercambiar libros y reutilizar material escolar, en la medida de lo posible, también es una opción sostenible y económica de enfocar la vuelta al cole.

Revisar armarios y cajones y comprobar qué elementos continúan sirviendo es una forma de evitar el derroche de recursos naturales. Es conveniente hacer inventario y preparar una lista de la compra para evitar cosas que no necesitamos.

También se puede optar por material escolar fabricado a partir de elementos reciclados. Cada vez existe una mayor oferta de bolis, libretas, folios, cuadernos y lápices de estas características o elaborados siguiendo criterios de sostenibilidad y calidad ambiental, con materiales originarios de bosques bien gestionados, igual que el mobiliario que creamos en FG.

Además, depositar todos los envases de cartón y los envoltorios de papel en el contenedor azul les permite lograr una segunda vida, convirtiéndose en materiales de papel reciclado. En el caso de los aparatos electrónicos, el lugar apropiado para su reciclaje son los puntos limpios o eco-parques, no la basura.

Caminar y usar la bicicleta son siempre la mejor opción para llegar a clase. También utilizar el transporte público es una manera de reducir la contaminación que generan nuestros trayectos.

En definitiva, para conseguir una vuelta al cole más ecológica, cada uno debe aportar su granito de arena y es muy importante implicar a los más jóvenes en el cuidado de la naturaleza, transmitiéndoles valores y hábitos ecológicos que, cada vez más, deben formar parte del entorno escolar con la colaboración de todos: alumnos, familias y docentes.

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